sábado, 4 de abril de 2009

-H-


Es tener la manía de preguntarse por qué suceden las cosas. La boca dice te quiero y sin embargo no sabe lo que quiere decir te quiero, ya que el día en que alguien asignó los significados a las palabras esa boca no estaba, o si estaba no prestaba atención.
Pienso que a esta hora y en este momento habrá alguien por ahí diciendo te quiero a otro alguien que escuchará esas palabras como se escucha el alimento. Te quiero y sin embargo nadie conoce a nadie.

Hay dos árboles ahí afuera. Deben llevar cincuenta años el uno junto al otro y, sin embargo, nunca ninguno le dijo te quiero al otro.

A eso me refería...

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