sábado, 19 de septiembre de 2009


Y las manos hablan por mí...

Empezando...deseo que tu leas estas palabras y que entiendas que son tuyas, todas estas notas dulces y amargas que salen; todas tuyas impregnadas de recuerdos que duelen, que repercuten la memoria como un pinchazo gris.

Que espero algún día recordar y no olvidar lo ya olvidado, ni lamentarme por lo derramado y oír el sonido de tu voz cuando duermes, que sale por la nariz cuando respiras.

Que mas se desea, si no lo que no se tiene; te encontré en la repisa, en la caja que no me deja tocarte; con las decisiones mutuas tan ambiguas, no se conocerte o no me dejas verte..

Tu que sabes que amo vendarte los ojos, para poder entregarte las pequeñas cantidades que tiene el mundo, mostrarte que vé mas el ciego...encontrarte para salvarte y para que así me salves.

Que no se lo que tienes, que no se lo que me espera tras los maullidos del gato, el sonido del televisor y las calles. Que no sé si lo lees, si lo entiendes todo, que sabes que el tiempo nos come vivos y mis manos no saben que dirección tomar.

Y cuando todo acaba, me aferro a los aromas, a recuerdos de niños dibujados en papeles ...y me impregnas y me matas, como si el viento me hubiera borrado de un soplo.

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